Escribir en Ecuador: entre el drama, el ego y la pobreza
Para empezar este año —y nuestro décimo séptimo número—, les propusimos hablar de literatura ecuatoriana: de los libros que amamos, de las autoras y autores que nos han sacudido las vísceras y el alma; pero también de las deudas que el Estado tiene con los lectores, escritores y trabajadores del ecosistema editorial, de las consecuencias de la ausencia de un plan lector en Ecuador y de la falta de generosidad entre los propios trabajadores de la cultura.
Abrimos la primera edición de 2024 con una punzante entrada para Crítica Cultural en la que Alicia Martínez, en referencia al bajo índice de lectura que caracteriza desde hace tiempo a nuestro país, hace una necesaria distinción entre la suerte y el privilegio de leer. En Academia Disidente, Natalia García Freire medita sobre el rol que tiene el Estado en el ejercicio del derecho a la lectura, pero también a la imaginación y a la libertad. Para la entrevista de este mes quisimos orquestar un intercambio entre poetas, por ello invitamos a Andrea Rojas Vásquez, quien se juntó con María Auxiliadora Balladares para hablar de su nuevo libro A la hora del mar sé la niebla. En Literatura, Juan Fernando Andrade presenta un cuento en el que la memoria en torno a su primo David se musicaliza con grunge y nostalgia. Para Plataformas Digitales, Darío Orellana Rodas, habla sobre la nueva película de Sebastián Cordero, Al otro lado de la niebla, y de sus tres historias posibles. Finalmente, en Infancias, Anika Fajardo Mosquera le escribe una carta a Oswaldo Encalada Vásquez, autor de «Cyrano Ciruela y el gato con escarpines» (Casa Editora de la UDA, 2023).
Aunque en Monda & Lironda tenemos el deseo y la ilusión de que un día podamos revertir el trayecto deprimido de nuestro índice de lectura y vivir de la escritura, lamentablemente empezamos el 2024 no solo con una crisis de seguridad interna que nos puso de frente con un nuevo estado de excepción, sino también con pagos atrasados y reducciones presupuestarias que, una vez más, atentan contra el ejercicio de los derechos culturales de todas y todos, además del desarrollo íntegro de nuestras labores como la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Azuay. Las voces que presentamos en este número tienen hoy más relevancia que nunca. Con mucho pesar —y como dice Natalia—, «en Ecuador, no es que no exista el derecho a la lectura, es que incluso nos han convencido de que no lo merecemos».
Que esta edición sirva para recordarnos que no solo vale cada libro o texto que llega a nuestras manos, sino también luchar conjuntamente por el derecho a leernos y escribirnos.
Monda & Lironda de la CCE Azuay
Collage de Juliana Rangel (La Recortina) intervenido por Juan Contreras.
CRÍTICA CULTURAL
El privilegio de leer da cuenta de una realidad lacerante donde pagar, al menos, 15 dólares por un Anagrama está bastante por fuera de las capacidades de acceso de la gran mayoría de habitantes del Ecuador […]. Que un libro represente el 3,33 % del ingreso mensual de una persona parece poco, pero implica mucho si ese libro bien podría transformarse en 15 fundas de leche o en 50 pasajes de bus.
Ecuador es un país en el que no se lee, no importa cuándo leas esto
por: Alicia Martínez
ENTREVISTA
Creo que las relaciones amorosas son un continuo, una corriente subterránea que sostiene la trayectoria del amor y la vida. El amor, eso es lo que me interesa y lo que signa mi vida. Hay personas a las que les signa —qué sé yo— su trayectoria intelectual, su crecimiento económico, ¿no? A mí me signa el amor y, por lo tanto, mi obra habla de eso.
María Auxiliadora Balladares, entre el mar y la ternura
por: Andrea Rojas Vásquez
ACADEMIA DISIDENTE
Una Calle de Nadie
por: Natalia García Freire
LITERATURA
Mi primo estaba como perdido en el espacio, como loco estaba el man. Dejé mi bicicleta en el suelo y me le acerqué. David tenía los ojos abiertos, pero no me miraba. Era una cosa rara, miraba a través de mí, como si yo fuera un fantasma o un espíritu o una de esas huevadas que uno veía flotando en las películas de Monstrocinema.
Mopri
por: Juan Fernando Andrade
PLATAFORMAS DIGITALES
Al otro lado de la niebla nos presenta un paralelismo en los logros de estos héroes nacionales. El documental también está atravesado por la mirada de su editor José Cardoso, sin él, probablemente no estuviera usted aquí leyendo este review. Además, el papel del espectador es crucial, porque descubre, en la proyección, al menos tres intenciones de historia: la de Sebastián, la de Iván y la de José con el público.
Un montañista, un cineasta y luego la niebla
por: Darío Orellana Rodas
INFANCIAS