Hola, Darwinchi, soy Amanda. Tu libro Tango me gustó, también me gustaron los personajes como Tango, el hojalatero, la tejedora de sombreros, el talabartero, las curanderas del mercado y el ave. Me gustó la escena que dice: «¡Qué tristeza, qué dolor!» y me dio risa la parte que dice: «Busco por los tejados», y me dio tristeza la parte en la que Tango está llorando. Tu libro tiene muchas escenas lindas. Ah, y tu libro tiene una mezcla de emociones.

😊 Abrazos 😊

Hola, Amanda.

Cuando escribí e ilustré Tango, pensé en los pequeños lectores de ojos curiosos y de sonrisas sinceras, me imaginé a muchos niños y niñas frente al libro, pero nunca pensé en darles un nombre. Con tu carta, mi amiga Amanda, has alegrado los corazones de Tango y el mío; sé que eres real y estás al otro lado de esta bonita historia. Saber que disfrutaste de la lectura y que pudiste reconocer esa mezcla de emociones me hace sentir que hice bien mi trabajo.

Amanda, que Tango te acompañe en tus volteretas, en tus paseos, cuando trepes un árbol, cuando corras en el parque, cuando hagas nuevos amigos, cuando cierres los ojos y te sueñes sentada en la luna, mirando desde arriba los tejados y a los curiosos personajes que habitan en la ciudad.

Tu carta en forma de corazón se quedará conmigo para siempre, como un recordatorio de que vale la pena continuar dibujando y contando historias. Cuando abras y cierres el libro, será como un abrazo mío, en agradecimiento por tus bellas palabras.

Amanda, que nunca te falte un libro amigo.

Con cariño,

Darwinchi.