¿Será que somos capaces de mirar más allá de lo obvio y leer los mensajes entre líneas? Si usted es de los que cree que está a salvo de estos «progre» degenerados, lo mejor del caso es aceptar que, mientras nos matamos discutiendo sobre las «ideologías de género» en la academia y la iglesia, los cambios entran a la sociedad de la manera más natural y pop, por las redes sociales, el internet, la TV. Aliades hacen su trabajo sin galas de intelectualismo y sin prestar oídos a los que se rasgan las vestiduras.