Monda & Lironda

REVISTA AZUAYA ESPECIALIZADA EN CRÍTICA CULTURAL Y ESCRITURA CREATIVA

NÚMERO 21

AGOSTO-SEPTIEMBRE 2024 | CUENCA, ECUADOR

¿Menos música por más likes?, ¿por qué las canciones se están acortando?

Por: Natalia Páez

Berry Gordy —director de Motown Records—, Anitta, Kanye West, Ana Tijoux y Residente. Imágenes libres de derechos intervenidas por Juan Contreras.

Vemos un fondo negro y escuchamos una voz en francés que dice: «Le paroles n’ont pas d’importance» («Las letras ya no importan»). Luego, empieza un conteo: 1, 2, 3, 4…, y paulatinamente aparecen bailarinas que vuelan en el aire, pero no es un vuelo de superheroína; es dramático y angustiante: ellas caen como velos rosados que pronto impactarán el pavimento. Continúa el video y se escucha una voz en off que dice: «Somos como rollitos de hilo que se desamarra, que se desprende». La narración pertenece a Penélope Cruz, quien nos acaricia con voz serena, mientras enuncia frases que llaman a adivinar el final de la vida.

Esta canción se llama «313», es parte del nuevo disco de Residente y cuenta con el aporte musical de Silvia Pérez Cruz. Los nuevos videoclips del artista tienen una producción de antaño y su duración es bastante extensa para este tiempo de reels, shorts y tiktoks. Este dura 6:10 y tiene ocho millones ochocientas mil reproducciones o, en jerga de streaming, 8,8 M. ¿A qué me refiero con videoclip de antaño? Pues a esos videos que, en los 90, contaban una historia distinta a la de la letra de la canción, lo que resultaba en dos seres parecidos, pero que, en cualquier momento, podían vivir por su cuenta.

La letra de «313» es un homenaje a Valentina Gasparini, virtuosa violinista y amiga de Residente. El músico, afectado por su muerte (ella le dejó un mensaje de audio antes de morir), decidió que tanto el video como la letra de su canción hablarían de la fugacidad e importancia de la vida de los otros en la nuestra. Valentina se suicidó en junio de 2022 con una caída al vacío.

René Pérez Joglar o Residente fue el vocalista de la popular banda Calle 13, quienes entraron al mainstream de las listas y los premios, a inicios del 2000, por un reguetón que se llama «Atrévete-te-te» —esta canción dura 3:54—. Luego de ese éxito, combinaron letras divertidas con mensajes de impacto social. Tribus urbanas usaron sus temas para acompañar los procesos de cambio de época que, en ese momento, vivía Latinoamérica, por la introducción de gobiernos de izquierda que, luego de décadas de mandato, fracasaron.

Un estudio denominado «Las letras de las canciones se han vuelto más simples y repetitivas en las últimas cinco décadas», publicado en la revista Nature, este 2024, revela que, al momento, las canciones son más cortas y cuentan con un estribillo que ingresa de manera temprana, para que las personas se enganchen y recuerden esa parte. Las redes sociales y la reproducción en streaming tienen un papel importante en este cambio de estructura en la composición musical.

Según el músico y productor ecuatoriano, Ivis Flies:

La inmediatez que ofrece el acceso a todo tipo de plataformas y la masiva oferta de contenido —no solo musical— han cambiado los hábitos de consumo de los oyentes, a quienes la música ya no les entra solamente por los oídos, ahora tiene que ser también visual y estar ligada a la imagen, diseño, memes, tiktoks, reels, shorts

Para Flies, se buscan likes en pocos segundos de exposición. Además, agrega que este modelo le quita al arte su esencia y hace que se produzca pensando en estos factores y en la obtención de resultados.

Aunque este parezca un modelo nuevo, no lo es. En los años sesenta, cuando la música pop aún no se mencionaba como tal, Berry Gordy, director de la disquera Motown Records, implementó una fórmula que daba «más importancia a la emoción que al estilo, a la estructura de la canción, más que a su inventiva musical». En el libro Cultura mainstream, cómo nacen los fenómenos de masas, de Frédéric Martel, también se señala que Gordy utilizaba «las canciones cortas, dando preferencia a los singles formateados de 2:45 minutos, para contar una historia simple, el gran amor o la búsqueda de la felicidad familiar».

En 2024, las reproducciones son las que se monetizan en las plataformas de streaming. Los artistas que más ganan son los que más reproducciones tienen y el tiempo de las canciones tiene mucho que ver con este fenómeno. El artículo de la revista Vice, «Las canciones pop ahora son más cortas que nunca» señala que:

hace diez años, la duración media de un sencillo número uno del Reino Unido era de 3:42 segundos; hoy ha bajado a 3:16. UCLA ha rastreado la reducción en la duración de las canciones incluso más atrás, a 1990, cuando la duración media de una canción era de 4:19. Para 2020, esto se redujo a 3:17.


Las letras ya no importan
de Residente; Vida de Ana Tijoux; Funk Generation de Anitta; Vultures 3 de Kanye West y Ty Dolla $ing; y Las mujeres ya no lloran de Shakira. Todos se estrenaron en 2024. Imágenes libres de derechos.

La apuesta de Residente contradice al mainstream vigente, su nuevo disco dura 1h34. Por el contrario, uno de los discos que salió este 2024, Funk Generation de Anitta, dura apenas 35 minutos, pese a que tiene 15 canciones. El rapero estadounidense Kanye West sacó su nuevo disco Vultures en 3 partes, la última estuvo en plataformas el 16 de agosto, cuenta con 8 canciones y dura apenas 14 minutos.     

Las colaboraciones también han sido una constante en este 2024. La rapera franco-chilena Ana Tijoux sacó un nuevo álbum luego de 10 años, se llama Vida y destaca las voces de iLe, Talib Kweli, Plug 1, Pablo Chill-E y Omar Lye-Fook. El disco tiene canciones de 1:00 a 4:21, tal vez como una señal de adaptación y resistencia, una contradicción en sí misma, pero que también puede servir de termómetro sobre el inevitable cambio de época.  

Sobre esto, el especialista en música y locutor, Hernán Guerrero señala que:

Resulta evidente que los músicos ya no producen álbumes, sino singles, esto puede ser porque la comunicación y la tecnología cambiaron. Todo es efímero e impersonal, la gente ya no se detiene a escuchar álbumes completos, escucha segmentos de canciones y, si una no les atrapa desde el inicio, la cambian, esto de manera inconsciente.

Un caso indiscutible de adaptabilidad a este cambio en el consumo de música es el de la colombiana Shakira, quien fue revelando las canciones de su nuevo disco Las mujeres ya no lloran, de a poco, en plataformas sociales y streaming. Lo que más se advierte en su disco es la introducción de tecnología usada mayormente en el reguetón, como el autotune, y estribillos fáciles de recordar, como: «Tú tiene’ buena puntería / Sabe’ por dónde darme pa’ que quede rendía’», el que suena desde el principio de la canción «Puntería», la que incluso fue el tema oficial de la Copa América 2024.

Para Flies, no se trata de satanizar estos nuevos soportes, ya que todos son canales de comunicación y la industria va a utilizar los canales que le sirvan para hacer más conocidas sus propuestas. Esto es algo que a Shakira le ha funcionado muy bien, ya ha marcado tendencia varias veces en redes sociales, pese a que nos demos cuenta de que su disco dura apenas 48 minutos y que cuenta con más colaboraciones y remixes de los que nos gustaría escuchar.

Para quienes vinimos de los noventas y esperamos a que alguien con más dinero y contactos en Estados Unidos pudiera comprar un disco, para luego quemarlo en un CD, ir a casa, reproducirlo y, así, tener casi dos horas de entretenimiento y contemplación garantizadas, es difícil comprender cómo un álbum completo puede durar menos de una hora. Los tiempos cambian mucho más rápido de lo que quisiéramos. Las redes sociales son un espejo de las nuevas generaciones, quienes han irrumpido con sus tendencias.

Mientras revisaba videos para este artículo, vi que la ciudad es un elemento necesario y fundamental para el desarrollo de las tendencias y, aunque también quiero hablar de ese tema, para hacerlo debería escribir un texto completamente nuevo. Así que, por el momento, daré gracias por la reproducción en loop y volveré a escuchar, una y otra vez, «313» de Residente, porque también vivo esta época y cada reproducción cuenta.

Natalia Páez. Tiene estudios en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador. Desde 2014, es productora en Radio Quito y Radio Platinum. Produce De nuevo las 9 y conduce el segmento Libroteca, un espacio de diálogo con autores. También es parte del taller de Escritura Creativa de Marcelo Cruz y del Club de Lectura y Escritura Cíclopes de BiblioRecreo.

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