¿Qué es el amor para…?
(Un diccionario amoroso desde las voces más diversas)
Por: Issa Aguilar Jara y David Larriva Regalado
El amor esencialmente es lealtad. Amor y poesía han estado conceptualmente ligados a lo largo de la historia, tomando en cuenta el concepto moderno del amor romántico y las ideas de reivindicar lo clásico, de recuperar a los héroes, a los mitos griegos, a Eros, a ese momento en el que se consideraba a la poesía como una categoría cercana a los profetas. Esto contribuyó a una mitificación de los atributos del amor como algo trágico, como eso que te hará llorar y te provocará dolor. Y claro que hay críticas a esta postura, desde el feminismo, sobre todo, porque finalmente son formas que terminan legitimando el amor burgués que es la contracara del amor romántico. Marcela Lagarde dice que el amor burgués es la institucionalización del amor como propiedad, es decir, bajo las normas del matrimonio, contra factura y con derechos civiles. Está también el amor prohibido que así mismo, es fértil para la creatividad y la poesía. Esto me lleva a una segunda idea, por un lado han cambiado los tiempos y la concepción del amor como algo sufrido y doloroso; por otro, el amor en términos poéticos es un peligro creativo, porque en muchísimas ocasiones cuando se crea poesía excesivamente romántica suele ser de una calidad menor y también es presa fácil para embaucar los sentimientos. Quiero decir, para la poesía es mucho más fértil el desamor y sus variables: la traición, la ruptura, el rechazo, el miedo… todas esas cosas que despiertan la creatividad y son muy acudidas porque son experiencias humanas muy comunes. El corazón herido es más cínico.
David Barzallo. Poeta y sociólogo.
El amor, guaguas, significa vivir en armonía, estar en paz con una misma y con el prójimo. Porque como dice la canción: «Si yo no tengo amor ya nada soy, Señor». Ante Dios todos somos iguales. Además, cuando una tiene amor en el corazón, vive alejada de las envidias y todos los sentimientos malos, así de simple.
María Illescas. Vendedora de pócimas, jarabes, jabones y perfumes en el mercado Diez de Agosto.
Hay quienes limitan el significado del amor al sentimiento de enamoramiento entre una pareja, sin duda eso es amor, aunque representa mucho más. Es la pasión por un objetivo o una lucha que apunta a la felicidad de las personas, es la sinceridad con la que se le habla a la gente para ayudarle a mejorar, es la lealtad con la que se construye una verdadera amistad… El amor se refleja en la forma en cómo tratamos, cuidamos y protegemos a los animales y a la naturaleza en general. Definitivamente, el amor es lo que nos permite distinguir en cualquier momento o circunstancia el bien del mal. Creo que no existe una sola persona que no haya sentido, dado o recibido amor.
Adrián Castro. Abogado, político y excandidato a la Alcaldía de Cuenca.
El amor desde las neurociencias es un proceso biológico muy complejo, porque va a depender de muchísimos factores genéticos y ambientales que influirán en los diferentes procesos cognitivos e instintivos de la persona. Entonces, en el momento que alguien nos gusta generamos cierto tipo de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que nos hacen sentir que la otra persona es muy atractiva. Pero, esto irá evolucionando con el tiempo, porque al inicio de una relación todo parece una luna de miel. Se produce una carga importante de dopamina, nuestras neuronas la utilizan como un neurotransmisor que genera placer y una sensación de súper enamoramiento. Después, cuando vemos a esa persona todos los días, deja de funcionar porque nuestro cerebro ya no la necesita. Así aparecen las crisis que, generalmente, empiezan a partir del primer o segundo año de convivencia. ¿Qué pasa en nuestro cerebro? La dopamina se sustituye por oxitocina, mejor conocida como la hormona del amor, (la misma que se produce durante el nacimiento de un hijo). Es decir, el cariño se vuelve mucho más profundo: no se busca solamente una sensación placentera sino una llenura emocional.
Existen, así mismo, fenómenos emocionales que se producen desde el mito del amor romántico: «El amor todo lo puede». En las llamadas relaciones tóxicas, por ejemplo, generamos muchísima dopamina y, en las etapas de conflicto, muchísimo cortisol y adrenalina que nos hacen permanecer en esas relaciones, pues nuestro cuerpo nos dice: tienes que sobrevivir. Y por eso nos cuesta tanto salir de ciertos círculos
Johanna Pozo. Psicóloga clínica, máster en neurociencias cognitivas y docente investigadora en la UCACUE.
Hemos escrito mucho sobre el amor, desde la poesía, la música, la filosofía. Pero la sociedad nos ha enseñado a vivir enamorados de una ilusión que no necesariamente es amor, gracias a los cuentos de hadas, a las telenovelas, ansiando una felicidad perfecta sin problemas ni dificultades: «Y vivieron felices para siempre». Seguimos sin saber amar, sin saber cómo dejarnos amar.
El amor es un término extenso que abarca el amor propio, el amor de pareja, el amor que nos permite relacionarnos con los otros, y el amor que se expresa en una relación trascendental con Dios. Este último solo es posible si hay amor hacia uno mismo y hacia los demás.
Pero el amor debe tener límites, porque los seres humanos no podemos aguantarlo todo. Necesitamos entender lo que se expresa cuando decimos amar, alejándonos de los egoísmos, de los miedos y de las culpas. Eso implica un trabajo grande y de crecimiento personal, porque para vivir en el amor hay que aprender a ser libres.
Paúl Jara. Sacerdote de la parroquia Santa Marianita de El Arenal.
El amor es compartir. Algunos dicen: «¡Oh, te amo!», pero te clavan un cuchillo en la espalda. Los tiempos actuales son de mucho horror, por ejemplo, en la Plaza de San Francisco, cada día, hay decenas de personas sin trabajo. No es posible que esto continúe, pero gracias a los dioses la gente nos ayuda para continuar con un proyecto gastronómico solidario que llevamos adelante con Sally. Yo espero que algún día las personas consideren que su familia es toda la humanidad. Todos somos familia.
El amor es respeto, aprecio, tomar las enseñanzas no solo del cristianismo sino de todo el universo para amar a los animales, a la familia, a la pareja. Mientras más amas, más rico eres, más conectado estás con el planeta. Peter y yo llevamos juntos 37 años, nunca nos casamos y trabajamos como artistas y mejores amigos. El amor no es un sentimiento de posesión, está diseñado para valorar a la otra persona, al lugar donde vives. Y aunque la Iglesia nos enseña a no hacer a los otros lo que no quisiéramos que nos hagan, se necesita practicarlo más, sobre todo, con las personas en situación de calle.
Peter y Sally. Artistas y anarquistas estadounidenses residentes en Cuenca.