Los ecuatorianos votamos el pasado veinte de agosto. Once días antes uno de los candidatos a la presidencia de la república fue asesinado durante un mitin y, a diario, vivimos un contexto electoral marcado por ataques a los actores políticos y al pueblo. El crimen organizado se ha tomado el país, mientras un Estado fallido nos grita en la cara que en Ecuador no se experimenta una democracia plena. Según el índice de medida Democracy Index, desde hace rato, nuestro país vive un régimen híbrido, concepto que se usa para definir a las naciones cuyos gobiernos ejercen presión sobre la oposición, que experimentan corrupción generalizada, acoso a los medios de comunicación, escasos niveles de participación en la política, un estado de derecho débil y una cultura política poco desarrollada. Y, aunque en Ecuador hablar de política parezca un ejercicio imposible, dadas las circunstancias de polarización que han simplificado hasta la anemia ideologías complejas y han vaciado de significado cualquier postura, en Monda & Lironda quisimos abrir un espacio en el que ustedes, nuestras y nuestros colaboradores y lectores, pudieran determinar el curso de esta necesaria charla.

Esta edición, la décima cuarta, la abre Ernesto Arasén, quien pregunta por qué la política ya no nos ilusiona, al tiempo que nos explica por qué eso podría arruinarnos. Por su parte, en Crítica Cultural, Christian Espinoza Parra reacciona ante el asesinato de Fernando Villavicencio y nos cuestiona si «es posible aprender algo, por mínimo que sea, de quiénes nos han decepcionado». Por otro lado, la periodista Alondra Santiago, la entrevistada de este mes, nos cuenta cómo y por qué es importante hacer periodismo en un país en el que los medios y sus actores enfrentan alarmantes contextos de acoso y agresión. En nuestra sección Literatura, Leonardo López recurre a la experimentación para narrar una escena de violencia que, lamentablemente, se ha vuelto cotidiana. Para Plataformas Digitales, Jéssica Zambrano recomienda La Pasión de Juana Arcos, 8 historias del 8, una publicación y objeto fílmico del artista visual Miguel Alvear, quien cuenta las paradojas de hacer gestión cultural en este rincón del mundo. Finalmente, en Infancias, Juliana Asmal le escribe una carta a Carmen Lu Páez y Daniela Dávila, autoras de Instrucciones para leer el mundo, una obra que nos recuerda que ejercer el autocuidado y la ternura también son actos políticos.

Tal como en entregas anteriores, hemos dirigido el reflector a nuestros colaboradores, con la esperanza de reivindicar el rol de los ciudadanos y ciudadanas en el ejercicio político y, como dice Arasén, la importancia de «esforzarnos por cambiar los marcos mentales de la gente, a fin de profundizar la democracia, ampliándola, […] [para combatir las] narrativas que profundizan los odios, los prejuicios y la ignorancia». ¡Pasen a leer!