Monda & Lironda

REVISTA AZUAYA ESPECIALIZADA EN CRÍTICA CULTURAL Y ESCRITURA CREATIVA

NÚMERO 21

AGOSTO-SEPTIEMBRE 2024 | CUENCA, ECUADOR

Ser mujer en un Ecuador violento

Los feminicidios y muertes violentas por razones de género en nuestro país han alcanzado cifras que, desde 2014 —cuando el Estado empezó a tipificarlas—, son espeluznantes. En Monda & Lironda nos cuestionamos a diario sobre lo difícil que es ser mujer en un país donde la violencia machista sigue escalando en todas las formas posibles, desde los micromachismos que normalizamos como sociedad y están tan arraigados en nuestro comportamiento; pasando por el acoso laboral y el que ocurre en las aulas o en redes sociales; hasta la violencia física y sexual que termina con el derecho a la vida de las mujeres. Por esta razón, creímos necesario interpelar las obligaciones del Estado con las mujeres y las personas que se identifican como mujeres. Así que invitamos a nuestras colaboradoras y colaboradores a ocupar este espacio para reflexionar, proponer, gritar y luchar, aunque la indiferencia de las autoridades y de los gobiernos pretenda amedrentar esta lucha, desde el horror de la injusticia y el miedo.

La entrevistada del mes es Pepita Machado Arévalo, quien aceptó responder preguntas complejas, pero necesarias sobre la violencia de género y los feminismos. En la sección Academia Disidente contamos con dos voces: la de Cristina Burneo Salazar, quien hace un sentido homenaje a la estudiante Abigail Supliguicha, a través de un texto conmovedor y cuestionador; y la de Andrés León León, un periodista que se adentró en la vida cotidiana del Movimiento de Barrios en Lucha. Además, la escritora argentina Camila Brandoni Allende nos regala un fragmento de su potente novela El resto de los días. Por su parte y desde su absoluta melomanía, Andrea Lecaro Briones habla del trabajo de la agrupación musical Dulces Sueños. Este número contiene también una crítica afilada de Erika Torres sobre los mitos y los no tan mitos de ser mujer. Y, finalmente, la pequeña Olivia Espinoza Solís intercambia mensajes epistolares con Susana Moreno Ortiz. 

La presente edición está dedicada a todas las víctimas de feminicidio en Ecuador y el mundo, especialmente a Abigail Supliguicha, estudiante de la Universidad de Cuenca. Condenamos la criminalización de las protestas y de los pedidos de justicia por parte de sus familiares y compañeras, e invitamos a nuestros lectores y lectoras, a pensar en cómo aportar, desde nuestros lugares, a una sociedad más equitativa y justa.

Monda & Lironda de la CCE Azuay

Ilustración de María José Mesías, o Pepa Ilustradora, intervenida por Juan Contreras.

CRÍTICA CULTURAL

Nos educaron para ser prácticos y fugaces, pues, mientras menos naveguemos por las profundidades del otro, más felices seremos, y es mentira. Es necesario conocer al otro, porque así logramos satisfacer nuestro ser.

El feminismo, para mí, lo ha sido todo. Yo me descubrí feminista al terminar la universidad, antes de eso no tenía mucha conciencia al respecto, porque veía mi propio hogar como un lugar bastante igualitario.

ACADEMIA DISIDENTE

Es así como un museo itinerante con fotografías y textos se instala en los barrios. Un militante del MBL explica que la mayoría escucha y se sorprende al conocer un Guayaquil que ha sido negado en la historia de los dueños del puerto, un Guayaquil que es mucho más que ese modelo de «éxito».

Enloquecer. ¿Por dónde empezaría usted si su hija desapareciera? La primera noche, la segunda noche, el insomnio, la desesperación, la desorientación. ¿Tras cuántas noches se empieza a pensar que una hija ha sido asesinada?

El castillo de naipes y el surco abierto
por: Cristina Burneo Salazar

LITERATURA

De repente, dejó de hablar. Me paralicé. No moví ni un dedo. La manija de su puerta bajó de un golpe y contuve la respiración. Era mamá. Me vio parada a un metro de la puerta, frizada, y me hizo un gesto de silencio con la mano. No me moví.

Fragmento de la novela El resto de los días
por: Camila Brandoni Allende

PLATAFORMAS DIGITALES

En febrero de 2022, cuatro amigas decidieron materializar su anhelo de crear una agrupación musical a la que denominaron Dulces Sueños, como una referencia sarcástica a la pandilla. Así nació este proyecto en donde han fusionado sus ideas, expresado diversas inquietudes, compartido experiencias de amor y desamor, y, a la par, han demostrado su entusiasmo por la música, el baile y el perreo.

Recibir la carta de una niña que promete leer mi libro es un viento fresco que llega a mi vida, luego de escribir literatura infantil por cuarenta años.

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